El haramaki es una prenda de vestir tubular elástica de algodón originaria de Japón que envuelve el hara, el centro vital y energético del cuerpo, según la tradición de este país. Abarca la parte media, desde debajo del pecho hasta las caderas.
El haramaki ayuda a nuestro organismo a mantener y equilibrar la temperatura corporal, abrazando las lumbares y la zona abdominal, envolviendo nuestro core.
En la medicina tradicional de las culturas orientales, se considera esta parte del cuerpo como el centro generador de energía vital, denominada Qi. Contiene órganos muy importantes para nuestro funcionamiento, tanto del aparato digestivo, como del urinario, como del reproductor.
El origen del Haramaki se remonta al antiguo Japón donde el equilibrio de los tres planos de conciencia -físico, mental y espiritual- es la base en la que reside la armonía y la salud.
El haramaki es una de las versiones del senninbari, piezas cosidas originariamente con mil puntadas de color rojo y confeccionadas en tela de algodón blanco.
En tiempos de guerra, las mujeres se encargaban de confeccionar senninbaris a los soldados, como protección y amuleto antes de la batalla. Las mil puntadas daban más grosor a la tela aportando más calidez y defensa frente a posibles lesiones.
Para confeccionarlos se necesitaba la colaboración de todas las mujeres de los poblados, ya que la tradición pedía que cada puntada fuera hecha por una persona diferente.
Nos gusta mucho la historia del haramaki como amuleto de protección para seres queridos. El amor de cada puntada, el elegir la tela más cálida, el proporcionar refugio, la presencia de quien te quiere cuidar cada vez que se usa. Esa es nuestra inspiración y nuestro objetivo cada vez que cosemos un haramaki.
El haramaki funciona como una pequeña asistencia al sostén natural, apoyando la sujeción de nuestra musculatura. Aportando descanso a todos los músculos, fascias y tendones, tanto en la parte lumbar y abdominal como en la pélvica.
El efecto térmico del haramaki es espectacular, sobretodo porque no sobrecalienta el cuerpo, sino que regula su temperatura natural. Para muestra, esta comparativa del efecto térmico en el cuerpo con varias prendas de abrigo interior:
Las clínicas de fertilidad lo recomiendan para ayudar a conservar o aumentar la temperatura basal.
También es importante recalcar los beneficios del haramaki en las mujeres embarazadas, sobre todo en el primer semestre. De entrada, su uso aporta sujeción, ayudando a la primera barrera de protección natural, que son los músculos de la pared abdominal.
El calor del haramaki arropa la barriga, evitando la sequedad en la piel. Proporciona también calor al útero ayudando a su elasticidad y al desarrollo del feto. La calidez de usar el haramaki durante el postparto favorece una mejor recuperación de los órganos de la madre.
Sin olvidar lo cómodo que es la banda para embarazadas durante la lactancia y lo bien que queda puesta.
Es uno de los principales beneficios. Puede parecer un simple provecho, pero es el que mayor repercusión tiene en nuestra salud y nuestro bienestar. ¿Qué pasa cuando tienes frío en los riñones? ¿Qué pasa cuando, por más ropa que te pongas, no entras en calor?
En estas situaciones es habitual contraer el cuerpo y tender a coger malas posturas. El haramaki puede evitar tirones, contracturas, lumbalgias, dolores de espalda y de cuello, calambres y el anquilosamiento del cuerpo en general, contribuyendo a sufrir malas digestiones y mala circulación.
El uso del haramaki ayuda a aligerar las molestias estomacales, las del ciclo menstrual y las tensiones de la parte baja de la espalda.
El abrazo del haramaki te aporta una comprensión más lúcida de tu cuerpo. Te permite estar más conectado a tu centro vital. Hace más fácil evitar malas posturas y las lesiones que producen.
Nos puede acompañar en todos los estadios del ciclo menstrual, aliviando los síntomas y dolores. Al aplicar calor constante en la zona abdominal los músculos se relajan y las rampas son menos intensas. Actúa en el sistema nervioso activando los receptores internos, que aumentan el umbral de dolor y hacen que la sensación de molestia sea notablemente menor.
El haramaki actual dista mucho del senninbari haramaki de la guerra sino-japonesa o de la segunda guerra mundial, donde eran parte de la armadura de los samurais o de la indumentaria de los soldados.
Después de quedar relegado a una prenda para el confort o la salud, una prenda de uso común entre las personas mayores, a principio de los 2000, se volvió a poner de moda su uso entre los jóvenes japoneses.
Empezaron a darle su toque personal y a introducirlo en sus outfits, convirtiéndo el haramaki en un complemento de moda deseado por los adolescentes y consolidándose como tendencia sólida. Encontramos ejemplos de su uso en héroes manga como Roronoa Zoro y en instagramers como @mittan.asia
El haramaki moderno es una pieza de vestir cómoda, agradable y beneficiosa en nuestro día a día. Es más, se ha convertido en un complemento de moda con el que vestirse, dar personalidad a cualquier look y crear tendencia.
Ya no solo se esconde debajo de la ropa. Se usa también encima de blusas o camisetas, dejando que se vea por encima del pantalón o la falda. Contrastando con los colores de tu outfit, para resaltar detalles concretos o combinándolo con los posibles tonos de tu vestuario, aportando conjunción y delicadeza al combinar tu ropa.